Halloween 2025: Las celebridades que redefinieron el arte del disfraz

Halloween 2025 no solo fue una noche de sustos, sino un auténtico desfile de creatividad, lujo y referencias pop. Desde los tributos a íconos de la cultura Y2K hasta las reinvenciones cinematográficas más audaces, las celebridades transformaron la alfombra naranja en una pasarela de fantasía. Este año, la consigna fue clara: cuanto más conceptual, mejor.

Los disfraces de las estrellas marcaron un antes y un después en la relación entre la moda y la performance. Kendall Jenner sorprendió al encarnar a Jessica Rabbit con un corset escarlata diseñado por Mugler, mientras Dua Lipa apostó por un look cyberpunk inspirado en Ghost in the Shell, firmado por Balenciaga. Por su parte, Bad Bunny mezcló el folclore caribeño con elementos futuristas, demostrando que el disfraz puede ser también una declaración cultural.

La tendencia predominante fue la fusión entre nostalgia y vanguardia. Celebridades como Hailey Bieber o Doja Cat reinterpretaron personajes de los 90 con una estética couture, mientras otros, como Lil Nas X, llevaron la teatralidad a un nuevo nivel con producciones cinematográficas completas para sus redes sociales.

Entre los eventos más comentados, la fiesta anual de Heidi Klum volvió a ser el epicentro de la fantasía: la modelo se transformó en una mariposa de tamaño real, acompañada por un grupo de bailarines que completaron el efecto visual. En paralelo, las redes se inundaron de tendencias DIY de lujo, demostrando que el espíritu de Halloween sigue siendo tan colectivo como creativo.

Megan Thee Stallion como Drolta Tzuentes:

Paris Hilton como Catwoman y como Britney Spears:

Sabrina Carpenter como La Mujer Maravilla:

Christina Aguilera como pirata:

Hailey y Justin Bieber como Los Increibles:

Madelaine Petsch y Camila Mendes como El Sombrero Loco y La Reina de Corazones:

Amelia Gray como Otra Madre:

Winnie Harlow como Whitney Houston:

Heidi Klum como Medusa:

Lizzo como Queso:

Demi Lovato como su meme viral:

Halloween 2025 nos deja una lección clara: los disfraces ya no son simples atuendos, sino una forma de autoexpresión artística donde convergen moda, cine y cultura digital. Y si algo quedó demostrado, es que el terror más elegante sigue estando en los detalles.