Sabrina Carpenter revive la magia de Cher y el Studio 54 con un Bob Mackie vintage
- Daniel Rodríguez
- 9 sept.
- 3 Min. de lectura
Después de brillar en la alfombra roja de los Video Music Awards, Sabrina Carpenter no dejó de sorprender. En la fiesta posterior, la cantante se enfundó en un auténtico tesoro de la moda: un traje vintage de Bob Mackie que alguna vez vistió Cher en 1975, durante una histórica actuación junto a Tina Turner.

Sabrina Carpenter se ha consolidado en muy poco tiempo como una de las artistas más comentadas de la música pop actual, pero también como una auténtica revelación en el terreno de la moda. Y lo demostró una vez más en la última edición de los Video Music Awards: tras brillar en la alfombra roja, la cantante deslumbró en la fiesta posterior con un look que es ya un hito en su carrera estilística.
Carpenter eligió un traje vintage de Bob Mackie, el legendario diseñador que vistió a las grandes divas de los años 70 y 80. Pero lo más sorprendente es la carga histórica de la prenda: el mismo diseño había sido llevado por Cher en 1975, durante una actuación inolvidable junto a Tina Turner. Con este gesto, Sabrina no solo se vistió de glamour, sino que también se envolvió en la memoria viva de una era marcada por la exuberancia, el exceso y el brillo del mítico Studio 54.
La reina de las referencias nostálgicas
Este no es un movimiento aislado. Sabrina Carpenter se está consolidando como la reina de las referencias nostálgicas: sus elecciones de vestuario suelen evocar a las grandes divas del pop, desde Madonna hasta Britney Spears, conectando con un linaje femenino que marcó la cultura popular. En cada aparición pública, la cantante construye un relato que combina el presente con un pasado cargado de iconografía.
La referencia a Cher no es casual: la artista californiana simboliza el poder femenino, la irreverencia y la capacidad de transformar la moda en espectáculo. Al rescatar un traje que perteneció a la intérprete de Believe, Sabrina envía un mensaje claro: se reconoce heredera de esa tradición, pero también capaz de darle nueva vida para una generación que consume estas imágenes a través de TikTok, Instagram y los medios digitales.
El poder del vintage en la cultura pop
El regreso al vintage no es solo una tendencia estética; es también una estrategia cultural. Al elegir una pieza de Mackie, Sabrina Carpenter se coloca en la conversación sobre sostenibilidad, memoria de la moda y legado estilístico. Además, su look dialoga con una era —los 70— donde la moda y la música se retroalimentaban en un torbellino creativo.
El Studio 54, cuna de excesos y libertad, fue un espacio donde las estrellas de la música y el cine dictaban tendencias que aún hoy se reinterpretan. Carpenter, consciente del poder simbólico de esa referencia, revive ese espíritu y lo hace suyo, confirmando que en ella conviven tanto la frescura del pop actual como la grandeza de las divas históricas.

Sabrina, entre el presente y el pasado
Lejos de limitarse a seguir tendencias, Sabrina Carpenter ha construido una narrativa coherente: cada outfit es un puente entre generaciones. Su estilo combina sensualidad, teatralidad y un aire juguetón que la acerca tanto al espíritu irreverente de los 2000 como a la sofisticación eterna de los 70. En esa mezcla está su verdadera fuerza: la capacidad de traducir la nostalgia en un lenguaje moderno, comprensible y atractivo para la audiencia global.
Con el Bob Mackie que alguna vez llevó Cher, Sabrina Carpenter confirma que no solo está viviendo su mejor momento musical, sino que también se perfila como una de las figuras más influyentes de la moda pop. Una artista que entiende que la moda no solo viste, sino que comunica, recuerda y proyecta.
En la fiesta de los VMAs, Sabrina no solo deslumbró: se coronó como la nueva musa que sabe mirar al pasado para escribir el futuro.
Dos looks son mejor que uno:
La noche fue doblemente histórica para Sabrina Carpenter: no solo conquistó a todos con su elección de vestuario, sino que también celebró el reconocimiento de su música al recibir el VMA a Álbum del Año. El look en cuestión, conocido como “The Swamp Dress” de la colección Primavera 1986 de Bob Mackie, es una pieza de archivo deslumbrante: un cóctel dress de seda negra, completamente bordado con lentejuelas multicolor y cuentas navy bugle, rematado con un dobladillo asimétrico de flecos.
Bajo el estilismo de Jared Ellner, Sabrina demostró que cada detalle de su imagen está pensado para potenciar su narrativa como artista: una estrella que mira hacia adelante, pero que se nutre de la memoria fashion y del legado de las divas que la precedieron. Con este triunfo en los VMAs y un look que ya es parte de la conversación cultural, Carpenter reafirma su título de nueva musa pop, capaz de convertir cada aparición en un momento icónico.

















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