Michael Kors nos presenta una elegancia terrenal en NYFW
- Micaela Torres

- 11 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept
Con un jardín de cactus a la puerta del Terminal Warehouse y mejillas “sunkissed” que parecían traer arena en los bolsillos, Michael Kors abrió el pulso de la primavera-verano 2026 en Nueva York.

Michael Kors da inicio a la Semana de la Moda de Nueva York, envolviéndonos en un cálido desierto, donde las tonalidades tierra, blanco y negro se combinan con fugaces metalizados, que dan origen a un atardecer veraniego en la pasarela.
El leitmotiv que ya sobrevuela la semana: el escapismo. Si Ralph Lauren miró al mar, Kors eligió el desierto. “The eye has to travel”, citó a Diana Vreeland para explicar un verano de viajes por Marruecos, Noruega y el oeste de EE. UU., con la naturaleza como motor de asombro.
La pasarela se tiñó de tonos tierras, blancos y negros con estallidos puntuales de amarillo y rosa. Es el pragmatismo cromático de Kors: neutrales que funcionan en la vida real, con textura y movimiento para que el look respire entre reuniones, vuelos y calor urbano. La sede, un antiguo terminal de carga en Chelsea, recalibró ese contraste entre lo rústico y lo sofisticado. Y sí: fue el primer día oficial de NYFW.
El termostato manda
Hay una motivación menos poética y más urgente: el calor. En tiempos de veranos extremos, los trajes gruesos y la ropa “shrink-wrapped” (como los llamó Kors) quedan fuera de juego. La respuesta de la casa fueron siluetas aireadas que se mueven: vestidos de crepé de lana con drapeados suaves; tops y faldas con cortes tipo bandera, separados del cuerpo; y coordenados de pañuelo de seda. Una gabardina de ante perforado apareció como licencia lúdica: no sirve para los monzones, concede el propio Kors, pero también se viene a jugar.
Sastrería descomplicada
La sastrería bajó un cambio sin perder autoría: hombros definidos, cortes limpios y largos estratégicos que alargan la pierna (esas bermudas por debajo del muslo lo prueban). El mensaje: el traje se “desarma” para vivir al sol —y, en el proceso, gana una sensualidad práctica, cero acartonada.
Un recuerdo para Armani
En el pre-show hubo lugar para la emoción: Kors recordó a Giorgio Armani, el legendario diseñador fallecido la semana pasada, y cómo durante décadas compró una chaqueta suya cada año. Esa “naturalidad inexplicable” que él admiraba del italiano se filtra en la colección: una elegancia relajada que no necesita levantar la voz.
Pistas de estilo para llevar hoy
Blazer + pareo o sarouel ligero: contraste de estructura y fluidez.
Bermudas largas de traje: reemplazo inteligente del pantalón en días de 30 °C.
Paleta “sunset” con neutros táctiles y destellos de color bien dosificados.
Drapeado blando y prendas que se separan del cuerpo: frescura sin renunciar al porte.
Kors entrega elegancia terrenal: piezas que se sienten de lujo pero están pensadas para caminar (y sudar) la ciudad. Si esta colección marca el tono, la SS26 viene con glamour laxo, tejidos que flotan y una sastrería que aprende a respirar.






























































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